Se denomina neolitización o revolución neolítica a la primera transformación radical de la forma de vida de la humanidad, que pasa de ser nómada a sedentaria y de economía recolectora (caza, pesca y recolección) a productora (agricultura y ganadería). La segunda expresión se debe a Vere Gordon Childe (1941).
Este proceso tuvo lugar hace más de 9 mil años (VIII milenio a. C.) como respuesta a la crisis climática que se produce en el comienzo del Holoceno, tras la última glaciación. En primer lugar afectó a la amplia zona que, debido a su apariencia en el mapa, ha recibido el nombre de creciente fértil o media luna fértil: incluye desde la parte egipcia del Valle del Nilo hasta Mesopotamia (el territorio entre los ríos Tigris y Éufrates), pasando por la franja costera del Levante mediterráneo y la región montañosa del sureste de la actual Turquía. Dentro de ella, los lugares donde se han encontrado las pruebas arqueológicas más antiguas de neolitización no son precisamente las llanuras aluviales de los grandes ríos, sino yacimientos situados en una zona más estrecha en torno a ellos (Jericó o Chatal Huyuk).
Representación de una ciudad del periodo Neolítico |